El niño con problemas de audición presentan mayor dificultad en el desempeño escolar
La perturbación de procesamiento auditivo alcanza 5% de las niñas portuguesas, teniendo consecuencias a varios niveles, en particular en el aprovechamiento escolar.
Según un estudio de la Universidade do Minho (UMinho), 83% de las niñas con bajo desempeño en las pruebas de perturbación de procesamiento auditivo ( PPA) hechos durante la pesquisa tenían notas inferiores a los restantes compañeros. La PPA se traduce en la incapacidad en interpretar sonidos, siendo, por eso, diferente de sordera.
La autora, Cristiane Nunes, subrayó que la PPA tiene aún consecuencias en la socialização, en la realización de las tareas del día a día, y, en algunos casos, en la gaguez y en la dislexia.
«Mientras una persona sorda ni siempre consigue detectar los sonidos, a que tiene PPA presenta dificultad en interpretar lo que oyó y en percibir cambios acústicas rápidas. Además, acostumbra tardar más tiempo para procesar la información que pasa por el nervio auditiva», explicó la investigadora citada por la agencia Lusa.
El trabajo fue realizado en el ámbito del doutoramento hecho en el Centro de Investigación en Estudios de la Niña (CIEC) de la UMinho, que comenzó por la elaboración de pruebas padronizados para la población portuguesa, recurriendo a una muestra de 60 niños de los 10 a los 13 años, siendo que la base de datos contiene actualmente más de 500 pacientes.
Los resultados obtenidos en las pruebas muestran que el niño con problemas de audición presentan mayor dificultad en el desempeño escolar, en la comunicación, en la lectura, en la escritura y en la articulación.
«Algunas no consiguieron repetir, por ejemplo, un conjunto de números tras los tener oído o distinguir entre sonidos cortos, largos, agudos y graves. Eso tiene implicaciones en la lectura, escritura, habla y en la forma como la información es interpretada», afirmó.
Los síntomas asociados varían en función de la edad y de la intensidad de la perturbación. En niños con menos de 5 años, se verifica un retraso en la adquisición del habla y, especialmente, de los sonidos «r» y «l», lo que las lleva, muchas veces, a pronunciar «plato» en vez de «plato».
A partir de los 7 años, recurren la expresiones como «hein?» y «qué?», son más distraídos y no perciben de inmediato lo que dicen el profesor y el compañero en contexto de trabajo de grupo.
«Sin tratamiento, el problema se arrastra para la vida adulta, teniendo repercusiones en el éxito profesional, social y amoroso», alertó Cristiane Nunes.
La investigadora reveló incluso que los diagnósticos de PPA pueden ser obtenidos a partir de los 6 años y que la casi totalidad de las niñas normaliza después de la realización de ejercicios y técnicas que estimulan la formación de nuevas conexiones en el nervio auditivo.»El secreto está en el tratamiento precoce de la perturbación», dije.
En el CIEC hay pruebas capaces de detectar los casos más graves y que, si fueran aplicados en el inicio del 1.º ciclo, contribuirían para eliminar «por lo menos mitad de los sucesos», añadió. «El objetivo es identificar los alumnos más afectados y reencaminhá-los para un audiologista o terapeuta del habla.»
El tratamiento personalizado puede, por ejemplo, ayudar en caso de gaguez y retraso en el lenguaje, además de munir el niño disléxicas de estrategias para mejorar su lectura y escritura.
La investigación dio origen a un libro recientemente publicado que es el primero sobre este problema lanzado en el país. La PPA es discutida desde la década de 1950 en Estados Unidos y, por lo menos, desde 1980 en Brasil. En Portugal el tema aún «es poco abordado».